jueves, 12 de julio de 2012

CATEDRALES DE PALILLOS Y OTROS LOGROS POÉTICOS

Jordi Costa
De pequeño siempre me fascinaban los tipos que, con un hueso de melocotón, eran capaces de fabricarse un silbato. En esa época aún faltaba mucho para que se cruzara en mi camino Santiago Lorenzo: él es la versión mejorada de ese arquetipo, alguien que con dos grapas, una cartulina y un tubo de pegamento es capaz de crear agujeros negros que absorben toda la tristeza del mundo para transformarla en nuevas energías: Humor Melancólico y Belleza Efímera de Eco Perdurable.
Tras haber rodado algunas de las películas más excéntricas y hermosas del joven cine español, Lorenzo ha dejado de ser cineasta para convertirse en escritor con voz propia y poética  atemporal. Su última novela “Los huerfanitos” es una catedral fascinante: una vez en el interior, deslumbrados por su imponencia, resulta irrelevante determinar si se ha construido con materiales nobles o con palillos usados. Lorenzo hace poesía con lo que los demás tiramos.
Esta semana nos titula: Lucía Etxebarría.

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