jueves, 26 de enero de 2012

LA PIEL QUE INMUTA

Jonathan Millán
A ver, Cronenberg está bien, hay películas suyas que me gustan, pero dejemos una cosa clara: el tío parece empeñado en dar de comer a todos aquellos cinéfilos de tres al cuarto hambrientos de tesis facilonas.
Algo huele cuando podemos imaginarnos al dependiente de la tienda de cómics de “Los Simpsons” diciendo cualquiera de estas frases:

La filmografia de Cronenberg es un viaje de dentro a fuera.

Hay una progresión desde las primeras películas muy gores, con monstruos muy evidentes, hasta la últimas, muy limpias y civilizadas.


Parece como si hubiéramos ido subiendo a la superfície, pasando gradualmente de la parte mas monstruosa y visceral a la más epidérmica.



Lo sospechoso es que todas estas ideas no dejan de ser ciertas. De hecho es tan así que, viendo su última peli "Un método peligroso”, me vino una imagen muy clara a la cabeza. Un chiste malo que me pareció tan  tonto y evidente que no puede ser más que la tesis final:

La filmografía de Cronenberg es como uno de sus bichos.

Nota al dibujo: La idea era que el bicho fuera más monstruoso en la cola y progresivamente- con cada película- se fuera puliendo, hasta llegar a una piel lisa y normal, pero al dibujarlo me ha salido así...no acaba de ser fiel a la idea...yoquesé. Lo siento.
Con su última película, Cronenberg parece haber llegado a la piel,  donde hay poco más que superficie. El pobre se ha visto obligado por su propia tesis a hacer una tvmovie de domingo.

PD de Jordi Costa:
Esta última frase me ha provocado un eczema.

Esta semana nos titula: Juan Francisco Ferré

miércoles, 4 de enero de 2012

EL ÚLTIMO CLICHÉ

Jonathan Millán
En plena congestión navideña, os propongo recuperar en DVD una película que pasó desapercibida en su momento: “Old dogs”, aquí llamada “Dos canguros muy maduros”. Carlo Padial la definió como "una comedia familiar de Disney tan pasada de vueltas que es como comerse un cartón entero de LSD, pero más barato".


Protagonizada por unos John Travolta y Robin Williams loquísimos, la película está tan saturada de información que parecen seis películas en una.
La música es extrema, está por todas partes y todo el rato. Se te clava en el cerebro y te lleva a ciegas por un mundo de locos.
Es todo tan excesivo que parece como si hubieran plegado sobre sí misma una película de Disney. No lo digo en broma, a los personajes se les deforma la cara constantemente como afectados por varios centros de gravedad (como si justo en esos puntos estuviera la curva del pliegue) y, aunque representa que están en el presente, es un presente muy raro y sofisticado. Repleto de objetos y pequeñas tecnologías muy superiores  a nuestra época. Como si, a base de superponer presente+ presente+ presente, hubieran logrado avanzar un poco en el tiempo. Juntando varias veces nuestra época han generado un pequeño futuro.


La película entera parece una agotadora  ironía sobre la propia película.

A otro nivel está el perro de John Travolta. Un perro viejo que hace un guiño al propio título de la película.
Es uno de esos perros de las películas infantiles, que hace esos gestos tan “graciosos” de girar la cabeza y hacer ese “ought” ante los alocados acontecimientos que pasan ante sus ojos. 


Pero en “Old dogs” parecen haberle dado una vuelta posmoderna a ese icono.

El perro apenas se mueve en toda la película, es una copia deteriorada de Lassie, de Rex (el perro policía) o de Beethoven (el San Bernardo gracioso). El perro es literalmente ese viejo estereotipo del perro gracioso y cómplice, y está tan desgastado como el cliché al que representa. Es todos los perros del cine juntos y, al girar la cabeza, lo hace viejo y cansado, como si llevara 60 años haciéndolo.

A mitad de la película el perro muere. El icono está tan deteriorado que muere. No sólo le han dado al cliché la naturaleza que merece, sino que lo han matado en la propia película. Si, como se dice, Hitchcock hizo algo revolucionario al matar a la protagonista de “Psicosis” al principio de la película, estos van más allá: ejecutan a un cliché en medio de su película.

Lo justo sería que después de “Old dogs” no se volvieran a hacer películas de perros. Que diéramos por zanjado el asunto y ni siquiera lo mencionáramos, como si nunca hubieran existido.
Feliz Navidad.

Esta semana nos ha titulado: Cayetana Guillén Cuervo

lunes, 2 de enero de 2012

El mundo es tuyo

Jonathan Millán
Hola, os pongo una cosa muy pequeña, una tontería que vi el otro día cuando echaron por la tele "El precio del poder". 
La cosa sucede sobre el min 03:00 y me pareció una puñalada trapera del doblador...pero aviso que no sé si visto así se entenderá... creo que la gracia es encontrárselo viendo la peli. 
Encontrarse esa sorpresa final después de empacharse de la fanfarronería y las ansias de dominar el mundo de Tony Montana durante hora y media es lo que hace que la apostilla del doblador, esa posdata que se ha sacado de la manga, parezca una pequeña venganza cargada de cinismo:

El resultado es que lo que era un mensaje más o menos sutil de Brian de Palma se convierte en manos del doblador en una sobrada de vaquero, un escupitajo en el suelo...una lección.