miércoles, 9 de noviembre de 2011

BREVE HISTORIA DE LA CANCIÓN ITALIANA

Jordi Costa
Ha querido el azar que la última columna de los Buzos apareciese en el mismo ejemplar de La Vanguardia que anunciaba, en sus titulares, la caída de Berlusconi. Y es que la propuesta de esta semana, una crítica conjunta (y marciana) de las novelas “Todos tienen razón” de Paolo Sorrentino y “Que empiece la fiesta” de Niccolò Ammaniti (ambas editadas por Anagrama), era nuestra particular manera de hablar del Berlusconismo, anti-utopía mediática que la columna propone contemplar desde la mirada de dos solistas imaginarios de una canción italiana obligada a vivir su fase terminal.
Este vídeo –una escena sacada del extraordinario documental “Videocracy” (2009)- aporta una precisa mirada a la estructura profunda del Berlusconismo:



Este tipo que no puede contener su felicidad al mostrar el elocuente material que lleva en el móvil es Lele Mora, uno de los pilares de la gestión berlusconiana de las relaciones públicas. El Buzo Costa cree que Tonino Paziente, uno de los personajes de la novela de Sorrentino, es, claramente, un retrato satírico feroz de Lele Mora, del mismo modo que el protagonista de la novela, el cantante Tony Pagoda, es la transubstanciación literaria de Tony Pisapia, protagonista de “L’umo in più” (2001), primera película dirigida por Sorrentino: un cantante cocainómano que cantaba a la noche con este estilazo:



Pagoda y Larita, una ex cantante de death metal reconvertida al cristianismo que forma parte del elenco coral de “Que empiece la fiesta”, la novela de Ammaniti, quizás sean buenas voces funerarias para el Berlusconismo –mutación de la Dolce Vita en un fascismo de cirugía plástica y telebasura-, pero ahora que Silvio ha sido traicionado por 8 de sus hombres, lo que procede, para subir el ánimo, es cantar esto:




********************************

Aquí la columna de esta semana:



























Esta semana nos ha titulado: Joe Crepúsculo






No hay comentarios:

Publicar un comentario